domingo, 1 de abril de 2012

Lo que es casi seguro que no pase, es que puede pasar.

El amor, las relaciones, los sentimientos, no se fundan en una razón prudente, por eso no me gusta hablar de amores imposibles sino de amores improbables. Porque lo improbable es, por definición, probable. Lo que es casi seguro que no pase, es que puede pasar. Mientras haya una posibilidad, media posibilidad de entre mil millones de que pase, vale la pena intentarlo.